La que parecía que iba a ser una noche favorable para el Real Madrid se convirtió en la peor pesadilla de Mourinho, después de adelantarse en el marcador sin casi esperarlo tras un error garrafal de Valdes y más tarde de Pique, Benzema consiguió marcar a los 23 segundos, el gol más rápido en toda la historia de los Clásicos. A partir de aquí fue donde se equivoco Mou en su planteamiento, en vez de seguir atacando para conseguir mayor ventaja en el encuentro y finiquitar el partido se encerró atrás, y tan solo salía a presionar al conjunto culé.

El Barcelona tampoco es que estuviera haciendo su mejor partido, hasta que apareció Messi, pim pam pim pam, y consiguió irse de de medio equipo rival y dar un pase a Alexis, que marco un señor gol. Y con el empate, una posesión para el Barcelona, y un empate nos fuimos al descanso.